El yoga puede ayudarte a tener una vida plena incluso con cáncer. Aunque al principio te cueste creerlo el yoga te permitirá comprender que la enfermedad es una parte intrínseca de la vida, que la salud como la entendemos, es una quimera y que a pesar de todo puedes ser feliz y disfrutar de la vida.
Desde el Centro de Educación para el Cáncer de la prestigiosa Clínica Mayo (EEUU) animan a sus pacientes a practicar yoga como forma de empoderarles y alcanzar estados de mayor serenidad y plenitud a la vez que mejoran su estado físico.
El yoga es una excelente herramienta ya que promueve una participación activa en el control de tu enfermedad y esto permite una mejor vivencia de todo el proceso.
BENEFICIOS
El yoga puede ayudarte a sobrellevar los síntomas de la enfermedad y los efectos secundarios del tratamiento. Disminuye el dolor, las náuseas y la fatiga física y emocional.
Te ayuda a relajarte y liberarte de las tensiones y disminuye el riesgo de insomnio.
Mejora tu estado de ánimo y te permite controlar tus emociones y pensamientos negativos . Todo esto te ayuda a mantener una actitud positiva ante la vida y la enfermedad.
Te ayuda a estar en el presente a través de una respiración más profunda y consciente. Esto se conoce como atención plena o mindfulness y se refiere a enfocar la atención en lo que estás experimentando en el momento presente sin juzgarte a ti mismo. Practicar la atención plena disminuye el riesgo de padecer estrés, ansiedad o depresión.
Mejora tus aptitudes físicas: equilibrio, flexibilidad, amplitud de movimientos, fuerza muscular y desarrolla consciencia corporal.
INVESTIGACIÓN
En la Universidad de Harvard (EEUU) tras décadas de investigación afirman que el yoga es beneficioso en el tratamiento del cáncer. En 2017, los científicos del equipo de Vapiwala informaron por primera vez que el yoga mejora los síntomas provocados por el tratamiento en los pacientes con cáncer de próstata. Los autores de este estudio concluyeron que además, el yoga puede mejorar la función eréctil y urinaria al fortalecer los músculos y mejorar el flujo sanguíneo.
En otro estudio del equipo de Linda Carlson del Tom Baker Cancer Center (Canada) encontraron que algunas pacientes con cáncer de mama que habían practicado regularmente yoga llegaron a cambiar físicamente sus células a pesar de no estar recibiendo tratamiento. El análisis de las muestras de sangre mostró resultados llamativos en cuanto a la longitud de los telómeros de sus células. Los telómeros son la parte final de los cromosomas y actuán como protectores de la integridad de nuestro ADN. Con cada replicación celular se acortan un poco, por lo que son una
medida del envejecimiento celular. En otro estudio publicado hace algunos años y llevado a cabo por Tonya Jacobs y Elizabeth blackburn de la Universidad de California (EEUU) se vio que la meditación aumentaba la actividad de la telomerasa, una enzima encargada de reparar los telómeros.
Lorenza Cohen del Centro para el Cáncer MD Anderson de la Universidad de Texas (EEUU) asegura que el yoga mejora la calidad de vida de las mujeres con cáncer de mama ya que tiene un enorme potencial para ayudar a estas pacientes a manejar las dificultades psicosociales y físicas asociadas al tratamiento y a la vida después del cáncer. Este estudio mostró que las pacientes que practicaron yoga presentaban una mejor condición para desarrollar sus actividades de la vida diaria, una mejoría del estado de salud general y una mejor regulación del cortisol (la hormona del estrés). Los resultados del estudio confirman la contribución del yoga para ayudar a regular el cortisol, pues un nivel alto de cortisol se relaciona con un peor pronóstico en el cáncer de mama.
Aunque estos resultados son un paso más en la investigación todavía queda mucho por hacer. Sin embargo, los autores de estos estudios animan a los pacientes con cáncer a mantener la mente abierta y practicar yoga.
CLASES DE YOGA
El yoga es beneficioso pero para tener una buena experiencia asegúrate de que el profesor tiene la formación necesaria y adecuada para dar clase y para atender tus necesidades especiales. Esto es importante para practicar yoga de manera segura y efectiva. Los buenos profesores te alentarán a explorar, pero no exceder tus límites personales.
En mis clases de yoga en Barcelona antes de empezar la clase me gusta conocer a mis alumnos para hacerme una idea de cómo se encuentran tanto física como psicológicamente y en qué parte del proceso de enfermedad se encuentran. Esto me permite crear una sesión y un programa muy cuidadosos, modificando y adaptando posturas y secuencias.
El tipo de yoga que mejor se adapta a los alumnos con necesidades especiales es el yoga terapéutico y restaurativo. El yoga siempre es seguro pero hay algunas situaciones en las que el yoga podría suponer un riesgo como hernia de disco, riesgo de coágulos sanguíneos, hipertensión no controlada, osteoporosis, embarazo o problemas de equilibrio, etc. En estos casos consulta con tu medic@ o enfermer@ antes de practicar yoga.
Lo más probable es que puedas practicar yoga también en estas situaciones si tomas ciertas precauciones, como evitar ciertas posturas o ciertos ejercicios de respiración. Por este motivo es importante que elijas un profesor cualificado.
Si durante la clase tienes dolor o inquietud para y consulta con tu medic@ o enfermer@.
En las clases de yoga no usamos espejos para que trabajes tu consciencia corporal y puedas enfocar tu atención hacia adentro en lugar de observar cómo se ve una pose desde fuera.
Las encuestas han encontrado que las personas que pratican yoga se sienten más satisfechas y menos críticas con su cuerpo. Por esta razón, el yoga se ha convertido en una parte integral del tratamiento de numerosas enfermedades, entre ellas el cáncer.
Tampoco quiero crear unas expecativas erróneas en el paciente con cáncer pero lo cierto es que mantener la calma y un buen estado de ánimo mejora el pronóstico y el yoga puede ayudarte en esto. Yo te animo a probar una clase.
Pero puede que el yoga no sea para ti. En este caso, busca actividades que te sean gratificantes, que te ayuden a estar relajado y de buen humor y mantente activo.
PARA TERMINAR
Un deseo que comparto con otros profesionales sanitarios es que algún día en los hospitales de día de oncología se impartan clases de yoga para pacientes con cáncer.
Espero que mi artículo te haya sido de ayuda y te anime a practicar esta extraordinaria disciplina que es el yoga.
Me encantaría escuchar historias de lo que el yoga ha supuesto para ti en el transcurso de tu enfermedad. Deja un comentario!
Namaste
Fantástico post, super interesante. ¡Gracias! El yoga es sin duda una ayuda importante durante el proceso oncológico. Debería haber clases en hospitales como hay fisioterapia oncológica. Estamos luchando por ello