¿Quieres aprender a hacer yoga y no sabes cómo empezar? En este artículo te muestro los pasos a seguir.
Busca un sitio tranquilo, aireado y confortable. Túmbate en el suelo sobre una esterilla o siéntate con la espalda erguida.
Toma aire, inhala profundamente y exhala lentamente con el vientre relajado. Repite varias veces y mantén tu atención en la respiración. Aunque parezca tonto, esto te ayudará a tomar consciencia de ti mismo. La respiración es el puente de unión entre el cuerpo y la mente. Respira con atención. ¿Ya lo tienes?
¡Enhorabuena! Acabas de empezar a practicar yoga. El viaje será largo pero ya has dado el primer paso.
Ahora vamos a hacer la primera postura, Tadasana, también conocida como postura de la montaña. Puedes aprender a hacerla en mi artículo Beneficios de Tadasana.
No hay duda de que el yoga se ha puesto de moda en Occidente y cada vez la oferta de servicios para practicar yoga es mayor. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y una mala práctica puede acarrear importantes lesiones.
Algunas opciones que puedes encontrar para comenzar a practicar yoga son clases en grupo en una escuela, clases individuales en casa con un profesor particular o a través de tutoriales que puedes encontrar en internet, entre otras.
La opción de tutoriales a través de internet yo no la recomiendo para comenzar porque a menudo se cometen fallos que uno, ni se da cuenta ni es capaz de corregirse a si mismo.
Comenzar con varias clases individuales para sentar una base sólida y minimizar el riesgo de lesiones es una opción ideal. Esto te permitirá adentrarte en la práctica con total seguridad, tanto si luego decides continuar con esta modalidad como si decides continuar con clases colectivas o con tutoriales online.
Si ya tienes alguna dolencia, esta opción es casi obligatoria ya que será particularmente importante para ti adquirir algunos conocimientos básicos para proteger y fortalecer tu zona lesionada y conocer las posturas y alternativas que te van bien y cuáles debes evitar.
Una valoración antes de empezar que permita conocer tu nivel de psicomotricidad, resistencia, elasticidad o fuerza muscular será también muy recomendable. En mis clases de yoga siempre hago una valoración inicial para adaptar la práctica desde el primer momento.
Adentrarte en la práctica del yoga con total seguridad te reportará un montón de beneficios y te permitirá avanzar más rápidamente.
Consigue un buen profesor que pueda acreditar su experiencia y formación.
Avanza a tu ritmo y no te fijes en los demás, presta atención a tu cuerpo y escúchalo. Siente hasta donde puedes llegar y no sobrepases tus límites, las lesiones son difíciles de curar.
El yoga exige una gran consciencia de sí mismo y requiere una profunda introspección. Tendrás que llevar la mente hacia dentro para conectarte contigo mismo. Así que olvídate de hablar en clase como si estuvieras en zumba.
Si realmente quieres avanzar tendrás que practicar en soledad, en silencio y con plena atención. Este será el siguiente paso para ir introduciendo poco a poco ejercicios de respiración, pranayama y meditación.
Otro aspecto importante es que tendrás que seguir una secuencia establecida. No debes hacer posturas sin un orden lógico.
Las secuencias permiten preparar posturas, calentar los músculos y las articulaciones y también trabajar con diferentes energías.
Cada secuencia tiene un propósito que puede ser muy distinto en función de tu estado de ánimo, de salud o de los objetivos que se quieran alcanzar.
Cuando practiques en casa utiliza los accesorios (bloques, mantas, cintas…) tal y como te haya indicado tu profesor.
Elige una esterilla de un grosor que te permita tumbarte cómodamente. Cuanto mayor peso tengas más gruesa tendrá que ser. También tendrá que ser muy adherente para que no resbale en el suelo ni tampoco resbalen tus manos y pies, una esterilla que resbala es tremendamente incómoda y no sirve para practicar yoga.
Durante la práctica no debes beber agua, si necesitaras beber agua que sea un sorbo pequeño. Tampoco debes comer nada en las 2 horas previas a la práctica. Una vez finalizada la práctica, espera unos minutos y come algo, esto te ayudará a recuperarte.
Finaliza cada sesión con unos minutos de Savasana o postura del cadáver. Esta postura no es para dormir o dar rienda suelta a la imaginación, la mente ha de estar en el momento presente al igual que en el resto de asanas. Observa atentamente tu cuerpo relajado.
Haz que el yoga forme parte de tu horario habitual y convierte esta práctica en un hábito.
Te resumo los 10 errores que no debes cometer:
- Empezar a practicar con tutoriales
- No buscar un profesor adecuado
- Llenar el estómago como si fuera un globo con la inhalación y exhalar de manera forzada
- No seguir una secuencia lógica
- No mantener una correcta higiene postural durante las asanas
- No conocer posturas alternativas para tu situación especial de salud
- Comer antes de la práctica
- Beber durante la práctica
- Sobrepasar tus límites para conseguir posturas imposibles
- Dormirse u ocupar la mente con ensoñaciones en Savasana, la postura del cadáver
Ah! Y no olvides quitarte los calcetines al comenzar la clase