Ir a clases de yoga tiene múltiples beneficios, sin embargo, disfrutar de los mismos no siempre resulta fácil. A menudo, existen factores que nos ponen difícil disfrutar de este ejercicio, como la incompatibilidad de las clases convencionales de yoga con nuestro horario laboral, desplazarse en hora punta hasta un centro de yoga, llegar tarde a casa si añadimos el extra de una clase… La solución son las clases de yoga a domicilio.
Olvida lo de tener que ajustar tu agenda para acudir a una clase presencial, o las prisas y el estrés por no llegar a tiempo al lugar donde se imparte dicha clase. La modalidad de yoga a domicilio, te permitirá practicar yoga desde la comodidad de tu hogar, o si lo prefieres, desde cualquier otro sitio que elijas, como tu lugar de trabajo.
Una de las grandes ventajas es que recibirás una atención completamente personalizada, ya que adaptaré la clase a tus gustos y situación particular de salud. Para ello, concertaremos, antes de comenzar con las clases, una entrevista personal en la que pueda valorar tu nivel y estado físico.
Otro de los beneficios de las clases a domicilio, es que yo, como profesora, comenzaré exactamente en el mismo nivel en el que tú te encuentres. No tendrás que sentir la competencia y la desorientación que podrías experimentar en una clase grupal.
También existe la opción de clases a domicilio para grupos reducidos, si así lo prefieres. De este modo podrás compartir la clase con familares, amigos, compañeros de trabajo…
La duración de la clase será de una hora. Durante este tiempo, trabajaremos las posturas de yoga o asanas, y el pranayama y la meditación a partir de técnicas de respiración y concentración.
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